David Herrera Mejías
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Esta reseña la escribí hace dos años, pero fue reportada, entiendo, por la propia implicada o por personal de CCOO y eliminada por Google. Lo intento de nuevo dos años después, a pesar de que no voy a poder expresarme en los términos precisos (que no son insultos ni ofensas, pero tras el reporte, Google los identifica como tal)
La mía fue una experiencia desoladora y no exagero. Me fui de una simple consulta jurídica para gestionar en el SMAC una reclamación por despido improcedente (estando de baja) con un ataque de ansiedad por el trato prepotente, maleducado, cortante y humillante de la abogada. No hay derecho, valga la redundancia, a que traten a un trabajador que solo quiere información y que no conoce las leyes y el trámite a seguir (por eso voy y pago 60€) de esta manera. Digo "la abogada", porque al parecer no puedo decir nombres (en cuyo caso, no sé para qué sirve una reseña). No dice mucho de ella ni de CCOO que les importe tanto lo que yo pueda contar en algo tan insignificante como las reseñas de Google, que es lo único que me queda, porque ni caso hicieron a mi reclamación. Me llamaron un día por teléfono, me dijeron que "a lo mejor esa fue mi percepción" y que tomaban nota, sin más.
Mis representantes sindicales me indicaron cómo firmar el finiquito de forma errónea (escribí "Pendiente de revisión y de subida salarial" pero no el "No conforme", y mira que insistí y pregunté antes de firmarlo) y la abogada me lo recriminaba a mí, tratándome todo el rato como si tuviera dos años (con la actitud y con el tono). Cada vez que yo intentaba explicarle algo, me cortaba y alzaba más la voz para seguir hablando.
Escribí varios e-mails a la oficina preguntando dudas y les pedí que me dijeran qué documentos debía aportar el día de la consulta, especificando si debía llevarlos en papel o podía llevar un pen o mandar un e-mail. Me contestan indicándome que "x documentos en papel, y el resto en un pen". Pues nada más entrar a la consulta, me pide un documento, le digo que le he traído el pen y me suelta con frialdad "a mí no me sirve ningún pen, me lo traes en papel". Yo ante cada nueva respuesta, y mira que soy asertivo, me quedaba frío, sin saber qué decir. De verdad, de película de terror.
A todo esto, la administrativa de Servicios Jurídicos me llamó para darme cita con bastante retraso y porque insistí a mis enlaces sindicales en que tenía 20 días para el SMAC. Le dije que entendía que había festivos, pero que el 19 de abril me parecía un poco justo y me dijo que no había problema, que había tiempo. Pues al final, otra de las cosas que me reprochaba con fastidio "la abogada sin nombre" es que íbamos muy justitos, que es que estas cosas hay que solucionarlas cuanto antes. Yo no sabía si enfadarme, llorar, o desaparecer. Qué impotencia.
Habíamos quedado en que yo iría para ciertas gestiones al día siguiente a las 12 o 12 y media y a las 11 me llamó presentándose con estas palabras: "Oye, ¿vienes ya?". Ahí obviamente salté y le dije que qué manera es esa de hablarle a alguien y que me tratara con respeto. Por supuesto, como cualquier persona narcisista, se puso a la defensiva y sorprendidísima me dice que ella trata a todo el mundo por igual, que eso es que yo "seré muy sensible".
Cuando acudí a la consulta me pidió disculpas "si yo me había sentido ofendido" (lo de siempre, que es una percepción, algo subjetivo) y quiso el karma que tuviera que escanear todos los papeles uno por uno para enviárselos al abogado, cuando yo los tenía en un pen, en Drive y se podía haber hecho en un minuto lo que ella tardó una hora.
Esperemos que Google no considere "irrespetuosa" esta reseña y quede constancia de mi experiencia.